Complejidad baja:
Una imagen con escasa complejidad tiene pocos detalles y se compone principalmente de un color, como aquí en el ejemplo.
Complejidad media:
La imagen, a pesar de los numerosos detalles, contiene grandes áreas monocromas.
Complejidad elevada:
Una imagen de mayor complejidad tiene muchos detalles y un contraste o diferencias de color elevados.